Cuando acudimos a una entrevista de trabajo, hay que estar preparados para las diferentes preguntas que nos puedan formular. Una contestación inapropiada, incluso, un tono no adecuado, pueden ser determinantes para un rechazo. Por este motivo, vamos a explicarte qué debes responder para que vayas preparado para esta ocasión.
Pregunta #1: Háblame de ti
Para empezar, lo importante es hacer una introducción sobre tu persona que sea breve y concisa. Hay que adaptarla al puesto de trabajo que se solicita. Por lo tanto, tienes que resaltar todos los aspectos que sean de interés y puedan seducir al departamento de Recursos Humanos desde el primer momento.
Pregunta #2: ¿Cuáles son tus fortalezas?
En este punto, es muy importante repasar las habilidades, que se requieren para ocupar la vacante, y luego, compararlas con las que tienes. Esta es la mejor forma de destacarlas y adaptarlas a los objetivos profesionales de la empresa.
Pregunta #3. ¿Cuáles son tus puntos débiles?
Esta pregunta puede ser un poco comprometida, sin embargo, el objetivo de un entrevistador es conocer el grado de madurez del aspirante. Puedes hablar de las debilidades, pero también, debes complementarlas con tus ganas de superación para demostrar que no son una barrera o un problema.
Pregunta #4 ¿Por qué te gustaría este empleo?
Obviamente, este es un interrogante que nunca falla y no siempre es fácil de responder. Lo mejor es ir al grano con expresiones «quiero este trabajo…» y, ante todo, tienes que destacar los aspectos que resalten los valores de la empresa y qué puedes aportar como empleado a la compañía.
Pregunta #5. ¿Dónde te visualizas de aquí a 5 o 10 años?
Esta respuesta no siempre es la más acertada, no obstante, la pregunta puede ser determinante para la selección. La idea es mostrar el entusiasmo por el puesto de trabajo y el interés por la permanencia a largo plazo. Los empresarios no están dispuestos a contratar personas que están dispuestas a cambiar de trabajo continuamente. No es nada rentable para un negocio.
Pregunta #6. ¿Por qué tú y no otro candidato?
Aquí, tienes que centrarte en las habilidades profesionales, además, como puede ser una pregunta trampa, por lo que no debes ser arrogante. Se puede responder correctamente sin mostrar prepotencia o superioridad. La idea es destacar que eres proactivo, con ganas de aprender, flexible y capacidad de trabajar en equipo.
Pregunta #7. ¿Cuál es tu mayor logro profesional?
Dentro de la batería de preguntas que se te pueden formular, tanto a nivel escrito como oral, también cabe esta. Lo importante es centrarse en logros que supongan un beneficio para la empresa. Puedes hablar de un proyecto o alguna situación que ponga de manifiesto tu capacidad resolutiva, gracias a la cual fuiste capaz de sacar adelante a la empresa en algún momento de tu etapa anterior.
Pregunta #8. ¿Por qué dejas tu actual empleo?
Es muy común, que un seleccionador se preocupe por saber por qué un candidato deja su empleo anterior. La respuesta siempre debe ser en positivo y nunca hay que criticar. Más bien, lo que importa es enfocarse en el crecimiento profesional, asimismo, si ha habido alguna reestructuración en la empresa, también se puede comentar.
Pregunta #9. ¿Cuál es tu expectativa salarial?
Hablar de dinero o que queremos el puesto para percibir un buen salario no es correcto en una entrevista laboral. Sobre todo, porque esta es una realidad que se da por hecho. No obstante, lo mejor es investigar previamente cuánto se paga por la vacante a la que aspiras. Lo más lógico, es ser coherente con la en el mercado actual y demostrar que puedes cobrar un sueldo justo y digno.
Pregunta #10. ¿Cuál es tu salario actual?
Esta otra cuestión también va en relación con la anterior, por lo tanto, el argumento debe estar bien argumentado. Lo mejor es decir la verdad, porque hoy en día, acceder a cierta información o conocer estos detalles no es complicado. Además, es una realidad que no hay que ocultar, tanto si fuera un buen salario o estuviera bastante ajustado.
Pregunta #11. Cuéntame sobre algún un conflicto en tu trabajo y cómo lo gestionaste
Este es el tipo de interrogante se relaciona principalmente con la gestión de conflictos. Evidentemente, a nadie le gustan los problemas, sin embargo, hay que lidiar con ellos. En este caso, se puede nombrar algún momento, en el que no se estuvo de acuerdo con el jefe o algún compañero de trabajo, y cómo se solucionó favorable para ambas partes.
Pregunta #12. ¿Cuál ha sido tu mayor fracaso?
Dar respuesta a cuál ha sido tu mayor fracaso tampoco es algo agradable. Si bien es cierto, que pone a prueba tu grado de humildad, también sirve para ver cómo te afectó o cómo supiste gestionar este problema. Lo más normal, es que la vida laboral esté llena de retos y desafíos, ya que los errores sirven para aprender y superarse.
Pregunta #13. ¿Cuáles son tus hobbies?
En los últimos años, hablar de los hobbies no suele ser muy habitual. No obstante, si el seleccionador de Recursos Humanos lo considera conveniente y lo pregunta, hay que responder. Lo más acertado es hablar de los intereses culturales o deportivos. Si haces senderismo, te gusta leer o ver películas, entre otros. En el caso de estar relacionado con asociaciones, que tengan fines religiosos o se relacionen con temas políticos, lo mejor es obviarlo, por si entra en conflicto con la filosofía de la empresa.
Pregunta #14. ¿Por qué no trabajaste durante esta etapa?
Hay diversas razones por las que una persona no trabaja durante un cierto tiempo. Esto se refleja en el currículum escrito, donde se indica el tiempo de permanencia en cada empresa. En este caso, hay que explicar si fue por motivos personales (maternidad, cambio de residencia, etc.) De esta forma, el entrevistador podrá saber qué motivos llevan al candidato para optar por este puesto de trabajo.
Pregunta #15. ¿Qué opinas sobre tu jefe?
No todos los candidatos terminan bien la relación contractual con una empresa o su jefe anterior, sin embargo, no es conveniente que esto se sepa. Lo mejor, sería hacer una descripción de cómo era la relación en el plano profesional. Por ejemplo, si el gerente era estricto, exigente, comunicativo, con capacidad de escucha activa. Lo fundamental es ofrecer una imagen analítica, sin entrar en aspectos emocionales o superfluos, que no sean de interés.
Pregunta #16. ¿Cómo crees que te describirían tus compañeros?
También, se suelen interesar sobre la opinión los excompañeros de nosotros. Aquí se buscan respuestas que muestren los rasgos de la personalidad con la finalidad de estudiar si el candidato puede adaptarse al puesto de trabajo. Incluso, antes de la entrevista, no estaría mal preguntar a tus antiguos compañeros sobre su perspectiva y visión de uno mismo. Esto ayudará a obtener una información más acertada para responder con mayor seguridad y aportar datos útiles.
Pregunta #17. ¿Trabajas solo o en equipo?
Las empresas, hoy en día, valoran tanto las habilidades duras como blandas. Por lo tanto, saber si un candidato se relaciona fácilmente con el equipo de trabajo, tiene capacidad de liderazgo y se siente parte del grupo, son solo algunos de los aspectos que se estudia en este interrogante. La mayoría de las organizaciones tienen en cuenta este aspecto, porque disminuye bastante la carga de trabajo.
Pregunta #19. ¿Qué sabes sobre nuestra empresa/negocio?
La mayoría de las compañías también están interesadas en saber por qué motivo un candidato quiere formar parte de su plantilla. Entienden que tienen información sobre la empresa o la compañía. Está claro, que si muestras que tienes un conocimiento, no hace falta que sea muy amplio, será suficiente para captar tu entusiasmo por el puesto de trabajo. Aspectos como si es una empresa socialmente responsable, cuál es su misión y valores, entre otros datos, pueden sumar puntos a tu favor.
Pregunta #20. ¿Cuál es tu trabajo ideal?
La respuesta tiene que ver mucho con las aspiraciones profesionales del candidato. Hablar sobre un puesto de trabajo ideal se relaciona con tu conocimiento sobre ti mismo, tus capacidades y la profesión. Si la persona realiza una introspección, puede saber qué tipo de labores se adaptan a su personalidad y habilidades para representar un escenario ideal. Todas las personas tienen sueños y metas por realizar, sin embargo, algunas se olvidan de ellos, porque la preocupación por la supervivencia es su prioridad.
Pregunta #21. ¿Qué responsabilidades tienes actualmente?
El candidato debe responder si tiene cargas familiares, es decir, hijos que mantener; asimismo, es conveniente indicar, si hay algún familiar enfermo o mayor, con cierto nivel de dependencia. Los horarios del colegio de los niños, así como otros compromisos, que puedan influir en la empresa, tiene que explicarse. Esto ayudará a saber si la persona tendría problemas para su desempeño laboral o si estas circunstancias afectan al correcto rendimiento y productividad laboral.
Pregunta #22. ¿Cómo gestionas el estrés?
Esta es otra de las preguntas habituales en una entrevista de trabajo. Además, decir que una persona nunca se estresa, no es nada creíble. Realmente, lo que se pretende es conocer qué herramientas utiliza el candidato para hacer frente a una situación límite, una carga de trabajo importante o si hay tareas que deben entregarse en una fecha concreta.
Pregunta #23. ¿Cuándo podrías empezar en el puesto?
Es muy probable que los seleccionadores quieran saber cuándo una persona está disponible para comenzar a trabajar. En ciertos negocios, hay urgencia por cubrir las vacantes, sin embargo, hay ocasiones, en las que se espera, si el candidato realmente es el que interesa. Incluso, se puede negociar la fecha de incorporación al trabajo. En el caso de que el empleado esté trabajando y tenga que avisar con tiempo, estamos hablando de dos semanas.
Pregunta #24. ¿Estarías dispuesto a cambiar de ciudad?
Un 36 % de los españoles están dispuestos a cambiar de ciudad por motivos laborales. En la mayoría de las ocasiones, si se trata de parados de larga duración, es una opción que valoran. Por lo tanto, hay que responder de forma honesta a esta pregunta, porque puede ser determinante para empresas en expansión o que necesiten de profesionales flexibles que puedan viajar y trasladarse a otras geografías. Si el candidato no quiere cambiar de ciudad, lo mejor es explicar las razones. Sin duda alguna, un «no» tajante es una respuesta inadecuada.
Consejos finales
Tal como observamos, hay que saber qué responder en una entrevista laboral. Tan importante es este asunto, que puede ser determinante para que entres a formar parte de la plantilla en una nueva empresa. Tanto si las preguntas se hacen por escrito, por videoconferencia o presencialmente, hay que manejar perfectamente las respuestas, mostrar seguridad y usar el lenguaje apropiado.
La inteligencia emocional juega un papel clave a la hora de saber qué decir y cómo decirlo. En todo momento, estás siendo objeto de estudio y se te estará poniendo a prueba, por este motivo, vamos a ofrecerte algunas ideas que te serán muy útiles.
- En primer lugar, hay que ponerse en la piel del entrevistador para saber qué le puede interesar escuchar.
- Tienes que ir directo al grano y no dar rodeos a la hora de elaborar la respuesta. Las ideas tienen que estar bien ordenadas y estructuradas, esto demostrará que tienes claridad mental.
- Además, debes ser honesto y natural, el departamento de Recursos Humanos no tiene que notar que las respuestas están estudiadas.
- Si la entrevista es oral, tu manera de hablar debe ser pausada y con una buena corrección verbal. Esto se debe acompañar con una postura relajada.
- Finalmente, intenta hablar siempre en primera persona con frases como «yo hice», «yo pienso», «yo participé», etc.
En conclusión, las respuestas preparadas, pensadas y bien estructuradas son claves para abrir la puerta de entrada a una empresa. Sin embargo, la naturalidad, la sinceridad y la honestidad del candidato también son aspectos que valoran los entrevistadores. La idea es que muestres lo mejor de ti mismo y les convenzas de que puedes desempeñar perfectamente el trabajo en la nueva compañía.